LA ANTIGUA RELIGIÓN; no siempre hubo sacrificios humanos...

Hace mucho tiempo en nuestro México antiguo no sacrificaban personas, pero hay evidencias que demuestran lo contrario…Entonces ¿Hubo o no hubo sacrificios humanos? ¿qué fue lo que sucedió? ¿Y por qué cambiaron al sacrificio humano?

En este artículo planteo en mi forma de ver como sucedió este cambio, porque verdaderamente los muy antiguos no sacrificaban personas, no eran bárbaros, gustaban de la música y las buenas costumbres, basándome como en artículos anteriores, en registros y textos antiguos, como el de los informantes de Sahagún, los cantares mexicanos y anales de Cuautitlán para que de esta forma sea la misma historia quien devele el secreto….

De los informantes de Sahagún; Se hablaba de que mucho tiempo atrás conocieron a personas diferentes de los que estaban en esa actualidad, refiriéndose a los que fueron “los habitantes antiguos” los creadores de Tula Xicocotitlan o la toltecáyotl. Conocidos como TOLTECAS de los que mencionan que no eran gente bárbara y se referían a ellos de la siguiente manera (1)

“Muchas casas había en Tula

Allí enterraron muchas cosas los TOLTECAS

Pero no solo eso se ve allí. 

Como huella de los toltecas,

También sus pirámides, sus montículos,

Allí donde se dice Tula Xicocotitlan. 

Por todas partes están a la vista,

Por todas partes se ven sus vasijas de barro,

De sus tazones, de sus figurillas, de sus brazaletes,

Por todas partes están sus vestigios,

En verdad allí estuvieron viviendo juntos, los Toltecas.

Los Toltecas eran gente experimentada,

Se dice que eran artistas de las plumas,

Del arte de pegarlas,

De antiguo lo guardaban,

era en verdad invención de ellos,

el arte de los mosaicos de plumas,

Por eso de antiguo se les encomendaban los escudos las insignias,

Las que se decían apanecáyotl,

Esto era su herencia,

Gracias a lo cual se otorgaban las insignias,

Las hacían maravillosas,

Pegaban las plumas, los artistas sabían colocarlas,

En verdad ponían en ella su corazón endiosado.

Lo que hacían era maravilloso, precioso, digno de aprecio”.

Decían de ellos que eran gente respetada, por los demás, bien hechos, constructores y alegres, no eran bárbaros y pertenecían a la estirpe náhuatl; a la cual después pertenecerían también los aztecas; otro texto se expresa de ellos:

“Estos toltecas, como se dice,

Eran nahuas,

No eran popolocas (bárbaros)

Aunque se llamaban también 

Habitantes antiguos…

Eran ricos,

Porque su destreza los hacía hallar riqueza.

Por eso se dice ahora,

Acerca de quien pronto descubre riquezas:

“Es hijo de Quetzalcóatl (porque tiene a Dios en su corazón)

Y Quetzalcóatl es su príncipe.

Así era el ser y la vida de los toltecas”.

Estas personas que eran admiradas y respetadas, eran también seguidores de Quetzalcóatl. El dirigía también su religión y es a Quetzalcóatl a quien amaban, y a quien emulaban en sus enseñanzas que una vez recibieron de él o por quienes aprendieron de él. Era Quetzalcóatl un sacerdote que se empeñaba en mantener en su pureza, el culto tradicional quien estaba consagrado a la meditación y al culto.

A él se atribuye la doctrina teológica acerca de Ometéotl, el Dios supremo dual y dios único; como Señor y Señora de la dualidad, representa la esencia masculina de la creación, este es un dios antiguo, que no tenía templos, y era casi desconocido por el pueblo, pero muy nombrado en los poemas de las clases altas. En náhuatl: madre nuestra, por la fertilidad y el dar el sustento por medio de la tierra y a quien lo necesita; y padre nuestro, como creador de todo lo que existe o haya existido o existirá, también conocido como dios viejo. Ometéotl conocido como dualidad, como unidad masculino-femenina, en otras palabras, el que crea y el proveedor

En náhuatl: Ilhuícatl -Omeyocan, el cielo donde la dualidad Ilhuícatl es cielo; ome es 'dos' -yo; de omeyotl, que es dualidad; y can, que hace referencia a lugar. Se sabe que ocupa el más alto lugar de los cielos, es padre/madre del universo y cuanto hay en él. Padres de “Nuestra Carne y Sustento", suministra la energía cósmica universal de la que todas las cosas derivan, así como la continuidad de su existencia y sustento. Provee y mantiene el ritmo oscilante del universo, y le confiere a cada cosa su naturaleza particular. Es en virtud de estos atributos que se lo(la) llama "El Uno Mediante Quien Todos Vivimos" (él único) y el/la que "es el verdadero ser de todas las cosas, preservándolas y nutriéndolas".

En los Cantares Mexicanos. Se lee lo siguiente:

“En ningún lugar puede ser

La casa del sumo árbitro;
En todo lugar es invocado,
En todo lugar es venerado;
Se busca su renombre, su gloria en la tierra

Nadie puede ser,
Nadie puede ser amigo
Del que hace vivir a todo;
Solamente es invocado,
Sólo a su lado y junto a él”

Puede haber vida en la tierra».

 Esta es parte de la enseñanza otorgada por Quetzalcóatl, el respeto a un Dios único, celeste y sin un lugar para adorarle y es pues a Quetzalcóatl a quien se atribuye la formulación de la doctrina a Ometéotl, y se le atribuye a él, el título de Dios; “Dios Quetzalcóatl” porque evoca la sabiduría del Dios dual.

Eran cuidadosos de las cosas de Dios

Sólo un dios tenían

Lo tenían como único Dios,

Lo invocaban, le hacían suplicas

Su nombre era Quetzalcóatl, 

El guardián de su Dios, su sacerdote

Y eran respetuosos de las cosas de Dios

Que todo lo que decía el sacerdote, lo cumplían,

Lo respetaban y en nada deformaban

Ese Dios único Quetzalcóatl es su nombre

Nada exige, sino serpientes, sino mariposas

Que vosotros debéis ofrecerle, que vosotros debéis sacrificarle

En los anales de Cuautitlán, fol.4, se lee:

Invocaba, hacía a su Dios a algo, (Ometéotl)

Que está en el interior del cielo,

A la del faldellín de estrellas (bóveda celeste), al que hace lucir las cosas, 

Señora de nuestra carne, señor de nuestra carne, (*)

A la que está vestida de negro, a la que está vestida de rojo;

La que ofrece suelo (o sostiene en pie), a la tierra (la que alimenta);

El que cubre de algodón.

Y hacia allá dirigía sus voces, así se sabía,

Hacía el lugar de la dualidad (Omeyocan)

El de los nueve travesaños, con que consiste el cielo…

(*) Como un llamado a un Padre Celestial. A él invocaba Quetzalcóatl, al Dios que cubre de algodón o en otras palabras al que protege y sustenta las necesidades; es a ese Dios a quien se dirigía y a quien insistía en mantener la pureza del culto

Quetzalcóatl luchó contra quienes se empeñaban en introducir otros ritos, especialmente el de los sacrificios humanos, y los toltecas le eran obedientes y le amaban. El texto de los informantes de Sahagún dice al respecto: (2)

Y en tal forma creían (los toltecas)

En su sacerdote Quetzalcóatl 

Y de tal manera eran obedientes,

Y dados a las cosas de Dios, 

Y muy temerosos de Dios,

Que todos lo obedecieron,

Todos creyeron a Quetzalcóatl

Cuando abandonó a Tula….

Y tanto confiaban en Quetzalcóatl,

Que se fueron con él, le confiaron,

Sus mujeres, sus hijos, sus enfermos,

Se pusieron en pie, se pusieron en movimiento,

Los ancianos, las ancianas,

Nadie dejo de obedecer, 

Todos se pusieron en movimiento,

Enseguida se fue al interior del mar,

Hacía la tierra del color rojo

Entonces surge la pregunta, ¿Por qué cambio la religión y el conocimiento de que nuestros antiguos; donde se sacrificaban personas y eran idolatras?

Fueron las discordias internas provocadas por quienes se empeñaron en alterar la antigua religión, liderados por Huémac; quienes provocaron también la ruina de Tula. Quetzalcóatl tuvo que irse forzado por hechiceros que venían de lejos con el empeño de imponer sacrificios humanos, pero él nunca quiso porque quería mucho a su pueblo, que eran los toltecas. (4)

 En los antiguos anales de Cuautitlán, loc. cit. se lee lo siguiente:

“Se decía,

Se refería,

Que cuando gobernaba,

Al tiempo en que estaba el primer Quetzalcóatl,

El que se nombraba 1 caña

Entonces nunca quiso el sacrificio humano.

Pero después, cuando estuvo gobernando Huémac (**)

Comenzó todo aquello

Que luego se hizo costumbre.

Esto lo empezaron los hechiceros” 

(**) HUEMAC Año 7 Tochtli. Los toltecas, se morían de hambre y tuvieron otras aflicciones. Los demonios le pidieron a Huémac a sus hijos legítimos, y él va a dejarlos a Xochiquetzayapan.

"Allí por primera vez comenzó la gran matanza que estuvo habiendo de hombres en sacrificio."

4 Año 13-Ácatl. El diablo Yáotl empezó la guerra y hubo muchos agüeros en Tollan... durante su poder y en su tiempo, Quetzalcóatl nunca quiso los sacrificios humanos. Y después en donde quiera cuando estaba reinando Huémac; había de todo mal, esto comenzaron los diablos". Se desbarataron los toltecas en tiempo de Huémac, cuando reinaba. (5)

De tal manera que quedo así sólo el recuerdo de Quetzalcóatl que no habiendo querido pelear por amor (proteger) a su pueblo, se había marchado por el oriente, y la esperanza de que algún día habría de regresar, nuevamente, para salvar a su pueblo e iniciar tiempos mejores.

Inicia así otra parte de la historia de México antiguo, con nuevas ideas, religión y política y al mismo tiempo concluye la historia transformando en mito, el conocimiento del gran sacerdote Quetzalcóatl y Dios único, modificando su religión y con ello trajeron la practica pagana del sacrificio humano, la que encontraron los españoles a su llegada a México Tenochtitlán, horrorizando los ojos de quien veía esta práctica

Imagino por un momento en la idea de haber seguido las practicas de Quetzalcóatl, sin haber habido sacrificios humanos; hubiera sido mejor, o quizá no… Usted, qué opina....

• Portilla León, Miguel (1968), Los Mexicanos antiguos, Primera reedición, UNAM, Fondo de cultura económica, Pp34-37
• Informantes de Sahagún, Códice matritense de la Real Academia de la historia. Fol.176r AP I,95
• Anales de Cuautitlán, fol. 4
• Portilla León, Miguel (1993), La filosofía Náhuatl, Séptima edición, UNAM.
• Códice Chimalpopoca, Anales de Cuautitlán y Leyenda de los Soles, traducción directa del náhuatl por Primo Feliciano Velázquez, 2a. ed., México, UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, 1975, p. 12.