14 Jun
14Jun

¿Para usted quién  es Cristo?

¿Es  el hijo de Dios, es creador, maestro, salvador?  ¿Un hombre muy inteligente, un líder?,  ¿Quién es? . . . . . . . . Para así poder establecer las similitudes que existen entre él y los dioses mesoamericanos.

En este articulo comparto las similitudes que he encontrado, sin la intención de imponer ningún tipo de criterio, sabiendo que es un tema controvertido, deseo manifestar lo que encontré para traerlo a la reflexión.

Una cita de interés, en el libro de “La visión de los Vencidos” (1) menciona lo siguiente: “No solo los conquistadores, los frailes misioneros, sino también sabios, humanistas europeos e historiadores reales intentaron forjarse imágenes de las diversas realidades físicas y humanas del nuevo mundo. Los resultados fueron diversos. Hubo proyección de viejas ideas. Se pensó por ejemplo que determinados indígenas eran en realidad los descendientes de las tribus de los Judíos” Tal es el caso de Fray Diego de Durán. Quien se sabe tuvo acceso a muchos testimonios indígenas, lastimosamente hoy desaparecidos.

Esos de quien bien sabía J. C. por lo cual dijo a sus discípulos: A ellos también debo ir, y habrá un rebaño y un pastor, (Juan 10: 16). Así como lo leemos en la biblia desde el Génesis, que CRISTO nacería en un tiempo futuro, y sería el Redentor. “El Dios de Israel ha dicho… Me habló la Roca de Israel… Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios, SERA COMO LA LUZ DE LA MAÑANA SIN NUBES, COMO EL RESPLANDOR DEL SOL, COMO LA LLUVIA QUE HACE BROTAR LA HIERBA DE LA TIERRA” (2 Sam. 23:3-4); esperaban este acontecimiento aquellos que creían en él. De la misma manera en América fue anunciado y también lo esperaban, y llegó, al igual que en el viejo continente, enseñó, caminó, sanó, consoló y estableció su iglesia, muchos testimonios de este acontecimiento se ofrece en la Arquitectura, las pinturas murales, los códices, leyendas tanto de la creación del mundo, leyendas del esforzarse por vivir de tal manera que al morir estén en un lugar celestial, esto se aprecia también en las tumbas, en los altares que ofrecían a sus muertos, en las ofrendas y en el decorado de los cuerpos de los mismos, de los diferentes grados celestiales, el inframundo, el terrenal y celestial, etc.

Otra fuente de consulta se encuentra en el libro de Mormón, en el que se dice es escrito en algún lugar de Mesoamérica, escritos que van desde 600 a. c. hasta 400 d. c. El cual relata detalladamente el hecho de la anunciación y llegada del salvador a este continente y su partida, con la promesa de volver en un tiempo futuro.

En la Pág. 534 del mismo, “He aquí, al levantar la vista para ver, dirigieron la mirada al cielo, vieron a ángeles que descendían como en medio de fuego, y cercaron a los pequeñitos y les ministraron” Esto sucedió en el 34 d. c. Por tanto recibieron enseñanza directa, relacionada a la religión, la arquitectura para manifestar la misma, la relación estrecha entre esta y la astronomía, grandes palacios surgieron, la agricultura, la escritura, etc. En este periodo que fue el clásico tardío (350 a. c. – 250 d. c.) Se observaron los primeros observatorios astronómicos, y comenzó a extenderse el uso del calendario ritual, los registros en estelas y altares, alcanzaban pleno desarrollo en el arte de Izapa, Chiapas, aparecieron las primeras ciudades mayas. Las relaciones entre sitios vecinos aún distantes se estrecharon, se construyeron amplios y largos Sacbés (http://es.wikipedia.org/wiki/Sacb%C3%A9 ) que los conectaban entre sí; aparecieron las grandes acrópolis, se colocaron grandes mascarones modelados en estuco, con representación del Dios Solar. (2 Sam.23:3-4)

Quedo un testimonio importante de este hecho, sin embargo las guerras internas, del periodo clásico (250 – 1000 d. c.) donde hubo un ambiente  generalizado de agresión abierta, hubo enfrentamientos, destruyeron muchas de las fuentes de información incluyendo escritos y/o códices, que hablaban del tema.

Destruyeron edificios en algunos lugares colocaron edificios sobre edificios para borrar su historia o al Dios que veneraban, imponiendo nuevas creencias religiosas, olvidaron  y en otros casos fueron obligados a olvidar, el testimonio de un Dios, convirtiéndose en politeístas. Hubo entronizaciones y conquistas, donde incluso eran los mismos sacerdotes quienes comandaban las guerras, una de estas ciudades fue Tikal, Guatemala, que entro en una crisis de la que no pudo sobreponerse. De tal manera que la esencia, pura de Cristo y su religión y el recuerdo de las enseñanzas proporcionadas por el Salvador quedaron  mezcladas, entre ideas de las personas y la verdad de este hecho.

Ahora los nuevos Dioses del panteón de la religión  Mesoamericana, contienen rasgos  de él, otros muy parecidos y definitivamente otros no tienen nada que ver con él,  de ahí que surge mi inquietud por encontrar, y ratificar la presencia de Jesucristo, y reconocer que somos esas ovejas, que no estaban en el redil de los judíos a los que también vino y hubo un pastor y un rebaño. (Juan. 10:16).

Hablando del MONOTEÍSMO en el Preclásico- tardío y clásico  tema por demás controvertido. Consulté algunos de los libros de Claude Francois Baudez Investigador arqueológico y director de  investigación honorario del Centre National de la Recherche Cientifique de Francia; en la que menciona que los dioses Mayas fueron una aparición tardía, ya que en el periodo clásico, ningún edificio arquitectónico estaba exclusivamente dedicado a seres sobrenaturales que pudieran llamarse Dioses, como la Iconografía del templo Rosalila de Copán Honduras, no presenta a Dioses sino  a grandes pájaros  modelados en estuco que aluden al nombre del fundador de la dinastía de Yax K’ uk’ Mo. El Dios Sol que algunos creen ver no es más que el rey Sol.

Jamás se ha encontrado alguna estatua de piedra o de cerámica dedicada a algún ser sobrenatural, quienes no admiten fácilmente esta ausencia, se preguntan; si el monoteísmo lleva a una postura con frecuencia iconoclasta, el politeísmo no podría prescindir de las representaciones indispensables, para establecer la personalidad de los dioses, sus atributos y sus dominios, los ornamentos de los incensarios del clásico llevan decoración modelada y pintada de gran complejidad que presenta una cosmorama vertical,  y no representan dioses individuales.

Al abordar la religión en el clásico, la búsqueda de dioses  Mayas en las imágenes y en los vestigios de los cultos en esa época resulta en vano. Es en los últimos 30 años que fueron principalmente los epigrafistas quienes destacaron el politeísmo maya.

Aludiendo al dios Sol, (2 Sam 23:3-4), permítame platicar acerca de OMETÉOTL.   (https://es.wikipedia.org/wiki/Omet%C3%A9otl  ).

Conocido también como Ometecuhtli (El Señor Dos) y Omecihuatl (La Señora Dos) formaban la dualidad creadora en la religión mexica. 

Eruditos como Miguel León-Portilla traducen a Ometéotl/Omecihuatl como Señor/Señora de la Dualidad, implicando un solo dios de carácter dual. Ometecuhtli representa la esencia masculina de la creación. Es esposo de Omecihuatl y padre de Tezcatlipoca rojo (Xipe Tótec), Tezcatlipoca negro (Tezcatlipoca), Tezcatlipoca blanco (Quetzalcóatl), y Tezcatlipoca azul (Huitzilopochtli). También se le llama Tonacatecuhtli [tonaka'teuktli], "Señor de nuestra carne".

“Señor de nuestra carne” en otras palabras “Señor que nos dio nuestra carne” que nos dio la vida, en otro artículo hablaré de la relación encontrada, con los personajes nombrados.  

Uno de los cantares mexicanos dedicado a Moyocoyatzin, está escrito en sentido de agradecimiento, admiración y respeto, pensemos en Jesucristo al leer el poema:

En ningún lugar puede ser

la casa del sumo árbitro;

en todo lugar es invocado,

en todo lugar es venerado;
se busca su renombre, su gloria en la tierra

Nadie puede ser,

nadie puede ser amigo

del que hace vivir a todo;

solamente es invocado,

sólo a su lado y junto a él

puede haber vida en la tierra».


Cantares mexicanos.


Ometéotl Dios antiguo también llamado "in Tonan, in Totah, Huehueteotl", "Madre nuestra, Padre nuestro, Viejo Dios" (origen y sabiduría); llamado también Tloque Nahuaque, amo de lo cercano y lo lejano (Lo que está en la tierra y lo que está fuera de ella); Yohualli-ehecátl, Uno que es Invisible (como la noche) e Intangible (como el viento); ipalnemohuani, "el dador de vida". Moyocoyatzin, "el inventor de sí mismo" (Nadie le invento a él, ya que existió desde el principio antes que todo)

Este dios antiguo, que no tenía templos, y era casi desconocido por el pueblo, pero muy nombrado en los poemas de las clases altas. Debido a que se le menciona de una manera que parece ignorar el resto de la cosmogonía azteca.

Recordemos que las enseñanzas no eran generalizadas a todo el  pueblo, la estratificación en las clases sociales, la clase de los nobles: Los Pipiltin, recibían una educación mucho más esmerada, solamente de entre ellos podía ser electo el rey o tlatoani, entre otras cosas ellos aprendían el arte de interpretar y traducir códices, la astrología, la teología y la antigua sabiduría heredada de los Toltecas, también de este grupo y no otro, eran elegidos los Sumos Sacerdotes. Según el testimonio de varias fuentes indígenas parece ser que fue entre los pipiltin entre quienes se conservaron no pocas ideas y prácticas del antiguo origen Tolteca, tanto en Texcoco como en Tenochtitlán.

En otras poblaciones había grupos de sabios conocidos como Tlamatinime, ellos preservaron el culto y la antigua creencia en un Dios único que estaba más allá de todos los pisos celestiales. Ese Dios supremo era conocido e invocado con diversos títulos a veces llamado Tloque-nahuaque “Dador de la vida”. Se considera que esta divinidad suprema, siendo única en sí misma, tenía 2 aspectos uno masculino y otro femenino y era invocado como Ometéotl “El Dios de la dualidad” en función de este concepto es al mismo tiempo potencia generativa y principio que concibe todo cuanto está en el universo.

Fué Tlacaelel consejero real, sobrino de Itzcóatl señor de Tenochtitlán, quien decidió realizar reformas, políticas, sociales y religiosas; conocedor de la cultura Tolteca, aprovecho cuanto creyó conveniente, pero dándole un sesgo diferente según le convenía para consolidar el poderío.  

Un texto Nahuatl conservado en el códice matritense,  relata que además de engrandecer con títulos y tierras a los principales del pueblo, estos señores decidieron dar a su pueblo una nueva versión de la historia, en las palabras del texto indígena:

“Se guarda su historia.

Pero, entonces fue quemada

Cuando reino Itzcóatl, en México.

Se tomó una resolución,

Los señores mexicas dijeron:

No conviene que toda la gente conozca las pinturas

Los que están sujetos se echarán a perder

Y andará torcida la tierra,

Porque allí se guarda mucha mentira

Y muchos en ellas han sido tenidos por dioses”


Este texto nos deja ver el hecho de que se propusieron a destruir  mucho del conocimiento de este Dios único, sabio, y poderoso que crea, que tenía que ver con la personalidad de Cristo; fue quemada su historia  y le llamó mentiras para lograr así su propósito destructor, lo que le ayudaría a que la gente al desviarse de todo lo bueno pudiera sentir menos pena al sojuzgar, asesinar, “sacrificar” para sus “dioses” con la intensión de fortalecer “las guerras floridas” y con ello aumentar la extensión territorial del imperio mexica.

Le llamó “echar a perder” a la gente que ya estaba sujeta a ellos y que al conocer, dejarían de apoyarle y “andaría torcida la tierra”, una manera de ver que el poderío que ya tenían lo perderían y no sería más de ellos. La nueva visión de su historia fue la que se conoce en los textos de procedencia mexica que hoy día se conocen.

Cada lector está en su derecho de discernir y comparar la información que recibe para llegar a sus propias conclusiones, La pregunta que surge  es:

¿Usted que piensa, al respecto?

Bibliografía:

León Portilla, Miguel.  ”Visión de los vencidos” Edición, SEP/UNAM. 1981 pp. 269-278

Duran, Fray Diego, Historia de las Indias de la Nueva España e Islas de tierra Firme, 2 vols.  México Porrúa 1968

Díaz del Catillo, Bernal, “Historia verdadera de la conquista de la nueva España” México1939

“En busca de  Tenochtitlán”. National Geographic.  Noviembre 2010.  pp. 25-33.  López Lujan

Arqueología mexicana, Ed. Especial 21, pag.12)


Otros recursos:


Códice Matritense

López Austin, Alfredo. Cuerpo humano e Ideología. Las concepciones de los antiguos nahuas. México D.F.: UNAM, 1980, 2 vols.

Alvarado Tezozomoc, D. Hernando
1975 Crónica Mexicana, 2ª. ed. México: Editorial Porrúa.

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